Texto extraido del Libro “El verdadero Arte del Master Coach” de Alain Cardon, cuyo prefacio ha escrito Claude Arribas.
Nuestro pasado, presente y futuro, nuestra educación y entrenamiento, todo es sistémico en nuestra existencia. La realidad sistémica es tan común como subestimada por la lógica lineal y la perspectiva causal simplista. En consecuencia, desarrollar una íntima conciencia de la realidad sistémica es una habilidad fundamental para el acompañamiento de individuos, equipos y organizaciones del coach ejecutivo y de vida. Para ser coach en todos estos niveles, no hay nada imprescindible salvo la apertura consciente hacia todo aquello que nos hizo ser quiénes somos.
Dado que el hombre es un ser social, un animal colectivo, el acompañamiento en el desarrollo de equipos y organizaciones debe ser considerado completamente idéntico al coaching individual.
Nuestro pasado, presente y futuro, nuestra educación y entrenamiento, todo es sistémico en nuestra existencia. La realidad sistémica es tan común como subestimada por la lógica lineal y la perspectiva causal simplista. En consecuencia, desarrollar una íntima conciencia de la realidad sistémica es una habilidad fundamental para el acompañamiento de individuos, equipos y organizaciones del coach ejecutivo y de vida. Para ser coach en todos estos niveles, no hay nada imprescindible salvo la apertura consciente hacia todo aquello que nos hizo ser quiénes somos.
Dado que el hombre es un ser social, un animal colectivo, el acompañamiento en el desarrollo de equipos y organizaciones debe ser considerado completamente idéntico al coaching individual.
El enfoque sistémico es un marco conceptual de referencia que deja un gran espacio para que aparezcan soluciones realmente espontáneas.
De hecho, el coaching ejecutivo y de vida tiene casi necesariamente un enfoque sistémico.
Se deben abandonar todas las rutinas, atajos y lugares comunes que dan seguridad. Se debe soltar el control y lograr un acercamiento minimalista con el cliente. Solo así, tanto el coach sistémico como su cliente podrán dar la bienvenida a formas más misteriosas y ocultas que surgen y revelan nuevas perspectivas dentro de una realidad que lo abarca todo.
Únicamente de esta forma, los coaches sistémicos pueden comenzar a experimentar otra dimensión de la realidad que naturalmente elimina o deja de lado la lógica sobre-estructurada, las formas mentales prefabricadas, los hábitos probados y comprobados. Solo entonces podrá manifestarse el verdadero y profundo poder del arte del coaching sistémico.
La verdadera escucha participa por completo en la creación de la presencia atenta sin intención específica del coach sistémico.
El primer error que concierne a la profesión del coaching es creer que el coaching sistémico solo se refiere al acompañamiento colectivo y no a clientes individuales.
Y el segundo error concerniente al coaching de equipo y organizacional, puede ser el de creer que el acompañamiento colectivo es más difícil. Se piensa que requiere de un entrenamiento particular y especializado por parte del coach, con herramientas específicas y un nivel especial diferente que no necesariamente requiere el coach que acompaña de manera individual.
El coaching con diferentes grupos variará en la medida en que es necesario manejar su complejidad, sea un grupo, una familia, una red, un equipo o una organización. Sin embargo, se requiere del coach exactamente la misma presencia: simple, transparente y libre de intención que requiere el coaching individual.
De hecho, el coaching ejecutivo y de vida tiene casi necesariamente un enfoque sistémico.
Se deben abandonar todas las rutinas, atajos y lugares comunes que dan seguridad. Se debe soltar el control y lograr un acercamiento minimalista con el cliente. Solo así, tanto el coach sistémico como su cliente podrán dar la bienvenida a formas más misteriosas y ocultas que surgen y revelan nuevas perspectivas dentro de una realidad que lo abarca todo.
Únicamente de esta forma, los coaches sistémicos pueden comenzar a experimentar otra dimensión de la realidad que naturalmente elimina o deja de lado la lógica sobre-estructurada, las formas mentales prefabricadas, los hábitos probados y comprobados. Solo entonces podrá manifestarse el verdadero y profundo poder del arte del coaching sistémico.
La verdadera escucha participa por completo en la creación de la presencia atenta sin intención específica del coach sistémico.
El primer error que concierne a la profesión del coaching es creer que el coaching sistémico solo se refiere al acompañamiento colectivo y no a clientes individuales.
Y el segundo error concerniente al coaching de equipo y organizacional, puede ser el de creer que el acompañamiento colectivo es más difícil. Se piensa que requiere de un entrenamiento particular y especializado por parte del coach, con herramientas específicas y un nivel especial diferente que no necesariamente requiere el coach que acompaña de manera individual.
El coaching con diferentes grupos variará en la medida en que es necesario manejar su complejidad, sea un grupo, una familia, una red, un equipo o una organización. Sin embargo, se requiere del coach exactamente la misma presencia: simple, transparente y libre de intención que requiere el coaching individual.